Federico Valverde sostuvo anoche toda aspiración liguera del Real Madrid con un gol en el descuento que selló la victoria de los blancos ante el Athletic Club y dejó los tres puntos en el Santiago Bernabéu. Una volea que fue un puro acto de fe rompió la muralla de los leones y desató la euforia de un equipo capaz de volver a creer tras el batacazo europeo.
Los aplausos del estadio insuflando ánimos a los suyos en las primeras embestidas mostraban la unión merengue en tiempos complicados. Fueron varias las cabalgadas de los locales, con mucho más ímpetu coral que en el partido de Champions League ante el Arsenal.
Jude Bellingham fue el primero en probar con un disparo desde la frontal repelido por el mar de piernas de los defensores del Athletic que poblaban el área, aunque eso sí, la voz cantante de la ofensiva merengue sería la de Vinícius con constantes desbordes por la banda.
Cierto es que el paso de los minutos dejó ver el dominio total de los locales, capaces de mover el balón a su antojo de lado a lado ante un rival rezagado. No obstante, el sistema defensivo ejecutaba a la perfección las órdenes de Valverde, pues apenas sufrieron en intentos de internada del ‘7’ merengue y en un disparo desviado de este desde la frontal sin un gran peligro real.
La respuesta de los leones fue tardía y tan imprecisa como la ofensiva blanca. A cuentagotas llegaron dos oportunidades de Beñat Prados y Guruzeta, este segundo en una volea mal conectada con la espinilla que, como la primera, resultó en saque de puerta.
Si bien el inicio mostró el intento compasivo de la grada merengue con los suyos, el término de la primera mitad hizo resurgir la versión menos compasiva. Los pitidos aparecieron en el camino a vestuarios de la misma manera en la que lo hicieron durante el juego cuando la imagen de Mbappé —presente en el palco para ver un partido en el que no pudo participar por sanción— se proyectó en el videomarcador.
La reanudación del choque comenzó con un tiro ajustado de Rodrygo desviado por muy poco, seguido de oportunidades de Camavinga y Modric bien despejadas por Unai Simón.
El meta de la selección sería el salvador de los suyos, pues también intervino al límite en un cabezazo de Jude Bellingham a bocajarro que despejó con un sutil manotazo. Justo una acción antes, había sido Courtois el héroe con una parada baja al tiro potente y raso de Unai Gómez en su intento de remachar la contra.
Solo la entrada de Maroan dio algo de aire en las contras, y puso en apuros a Asencio, por parte de un equipo que vivió un tramo final infernal en el Bernabéu.
A falta de un cuarto de hora fue Vinícius quien encontró el premio a la insistencia con un gol anulado por fuera de juego. Antes de caracolear en la banda y sacar un latigazo al primer palo, el balón, recogido de un centro cruzado, fue tocado por Endrick, colocado en una ajustadísima posición antirreglamentaria.
Apretaron con todo los locales y el gol que parecía a punto de llegar durante tantos minutos llegó, en el 92’, en una volea a la escuadra de Valverde para la hemeroteca. Un puro golpeo de rabia de un futbolista que también la buscó durante todo el encuentro y que la encontró al límite para mantener vivas las opciones de los suyos en la Liga.
Real Madrid – Athletic Club de liga, en directo: resultado, goles y última hora de la Jornada 32